al nacer, la maternidad nos da la única posibilidad de existencia y al mismo tiempo nos determina a un presente involuntario que luego se transforma en ese pasado fundamental, si luego eres un filántropo amado falsamente por sus vecinos o eres un atractivo carnicero emocional inescrupuloso, culpa a tu infancia, y bueno, luego de culparla, abrazala, y guardala en algún lugar donde puedas ir a conversar con ella sin que nadie los escuche.Todos os Direitos Reservados
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