Sin buscarlo, lo supieron cuando lo encontraron. Aquellas miradas en ese restaurante eran lo único que necesitaban para saber que ambos estaban destinados a estar juntos. Una chica inteligente, amable, y aunque ella no lo creía realmente era bella, no sabía que había encontrado a su alma gemela en aquel restaurante. Ese amor que pronto se convertiría en ese sentimiento el cual te hace querer vivir la vida, ese amor que no importa la hora que sea siempre va a estar ahí, no importa si es media noche, el amor estará presente siempre.