Emilio olfateó el aire, cerrando los ojos y aspirando la esencia dulce que algún omega desprendía. De repente, chocó con alguien. - Muévete imbécil - dijo el castaño, malhumorado y algo brusco. El ojinegro abrió los ojos con sorpresa y sólo cuándo el omega ya estaba a varios metros de él, se dió cuenta. La realización de que a quién llevaba buscando desde hace un tiempo lo asombró, era el omega gruñón con el que había tropezado. Mi omega, el alfa de Emilio reclamó. Adaptación omegaverse autorizada Todos los créditos son de la autora original @-poisonedheart. Muchas gracias por darme el permiso de adaptarla. Todos los créditos de la portada y separador son de mi amiga @EMIJOALOVE. Gracias por siempre ayudarme con ellas.
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