Raechel Connan, una chica de 15 años, abandonada por sus tíos a los 8 años en un antiguo internado donde allí se quedan hasta que alguna familia los quiera adoptar, ella lo considera como un orfanato.En ese ''orfanato'', tiene un amigo llamado Ryan que es 2 años mayor a ella, ese amigo podía considerarse como el más guapo, arrogante y mujeriego del instituto, pero el la cuidaba y defendía. En ese instituto sus compañeras lo único que hacían era insultarla y burlarse de ella por la muerte de sus padres, diciendo que por la culpa de ella han muerto. Ella puede y sabe defenderse, pero es tan triste para ella el que le digan eso y que le llegue a su memoria el día del accidente.Un día llega una familia, esa familia decide adoptar a Raechel y a Ryan. Los primeros días pasaron genial, esa familia era muy buena para ellos. Pero todo cambia, cuando sus padrastros tienen que irse 1 mes de viaje por trabajo, escucharon bien, 1 MES. Por lo cual Raechel y Ryan tienen que quedarse en la casa de la hermana de su madrastra, Georgia. Ella tiene 1 hijo de 15 y una chica de 22.
Pero Ryan y Raechel, no saben lo que se esperan en esa casa, no saben que allí no viven ni mas ni menos que 4 psicópatas, que intentarán acabar con la vida de ellos cueste lo que cueste.
Adivina como terminará esta historia... ¿Lograrán escapar o... Morirán?
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Esta historia es mía, original.
No se permite copia total o parcial de ella.
Saint Adofaer es un hospital psiquiátrico de alta seguridad donde habitan los monstruos más oscuros de la mente humana: asesinos, manipuladores, criminales que se esconden detrás de una máscara de enfermedad.
Anthony Cadwell, un joven residente de psiquiatría, llega con un propósito claro: explorar los límites de la locura y entender lo incomprensible. Pero Saint Adofaer no es un lugar para comprender, es un lugar para resistir. En sus pasillos helados y bajo las luces estériles, conocerá a siete pacientes, cada uno una grieta en la humanidad, cada uno una forma distinta de perder la esperanza.
Pero será su última paciente quien lo marque para siempre. Una historia que sobrepasa todo diagnóstico, y que le enseña una verdad inquietante: los libros de medicina no lo enseñan todo.
¿Qué sucede cuando aquello que intentas salvar te susurra que nunca debió ser salvado?