El nacimiento de Giacomo fue un suceso internacional. El de Lèane una tragedia. A los dos años de ambos, a él se le estaba presentando ante el mundo porque sería el próximo encargado de la mafia siciliana. Ella estaba siendo torturada por su madre. A los cinco, él era entrenado por su padre y adorado por su madre. Un equilibro perfecto. Ella estaba siendo botada del pueblo. Una década después él, lo tenía todo a sus pies. Ella diez posibles enfermedades mentales diagnosticadas por doctores que preferían matarse antes que tratarla. Tres años desde entonces, sin duda alguna la vida de ellos seguía sin tener coherencia, pero si debían ser llevadas bajo un mismo techo y para la mala suerte de él, los días dejarán de ser los mismos después de su llegada y nunca en un buen sentido porque Lèane Bleu es sinónimo de cadenas con las que cualquier persona pensante preferiría ahorcarse antes que atarse.