¿Apuestas? ¿Qué estás dispuesto a apostar? ¿Te atreverías apostar tu amor? Pues yo lo hice, aposte a que el no ganaría mi amor. Cuando empecé a repartir las cartas sobre la mesa estaba confiada que ganaría el juego pero él jugaba tan bien o mejor que yo, ahora tengo miedo de perder, pero no puedo permitir que el gane el juego. No quiero enamorarme de él, se burlaría de mí, el solo juega con las mujeres y conmigo nadie juega. Yo no soy su juguete y no puedo permitir que él se gane mi amor. Nuestro juego empezó con un beso, el beso del lobo, luego aumentamos la cantidad de fichas y fue cuando descubrí que ya había perdido el juego.