Las fuerzas del amor reclaman por sus besos, cuando la vida te muestra la realidad de los sentimientos, cuando el destino grita que te quiere a su lado, entonces ya nada es indispensable solo queda luchar contra todo, para buscar la felicidad y sabes que solo la encontrarás en su amor.
Leticia Padilla vivió la tragedia, la mayor humillación por amor, dejó sus principios e ideales, trato de huir de sus demonios, escapar de sus fantasmas, para olvidar, pero a su regreso se da cuenta que no es tan fácil borrar los besos, ni las caricias de su piel, las huellas que dejó en su alma, en su corazón fueron profundas.
Ahora solo busca una oportunidad, la última, que le muestre un mejor amanecer, que le haga ver que Fernando Mendiola sigue siendo perfecto, aún en las imperfecciones, que todas y cada una de ellas aunque diga odiarlas, su alma y su corazón las reclaman una vez más, para que sea por siempre su amor.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.