Abandonada por su familia, Yuri vivía en un templo. Un día, una maldición que había descendido sobre la sangre de su familia le habló.
"Nena. No te odio. Sólo quiero darte una oportunidad".
"Una.....oportunidad".
"Sí. Pronto te casarás con el hombre de la frontera. Si consigues que te prometa la eternidad, ganarás. Escucharé lo que quieras".
"...."
"Pero si no puedes, tendrás que darme todo".
¿Cuánto tiempo hacía que había aceptado la apuesta? Yuri se enamoró de aquél hombre del norte.
"Si yo, yo...me pareciera un poco más a esa mujer. ¿Me habrías amado...?"
"No, lo juro. Aunque muriera, no te amaría". (Larkshid)
"Eddie....yo, yo".
"Tú no eres mi madre". (Eddie)
Finalmente se rindió a la oscuridad el día en que fue abandonada una vez más por las personas que amaba. Yuri cerró los ojos mientras la maldición le arrebataba todo. Y cuando despertó ...
"Te he estado esperando, durante años. Te he echado de menos". (Larkshid)
"Madre, me he arrepentido todo este tiempo de haber dicho eso". (Eddie)
"Yuri, si estás de acuerdo. Quiero que vuelvas al Ducado". (Aslan)
'¿Por qué dices eso ahora? Si fuera entonces, te habría perdonado. Y podría haber sido feliz dándote las gracias'.
Se me salieron las lágrimas.
'Es demasiado tarde para pedir perdón. Ya no soy la persona que era entonces'.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.