Al mudarse al que sería su nuevo hogar, consideró todas las posibilidades, pero por su cabeza jamás pasó la idea de que su vecino tuviera a un demonio por esposo. Amó el vecindario desde la primera vez que lo vio, y estaba realmente emocionado por conocer a más personas y poder crear amistades. A primera instancia, pensó que sus vecinos solo eran algo revoltosos, al siempre haber ruidos curiosos en la casa, y no en el mal sentido. Aunque nunca podría haber imaginado la realidad. Okey, ahora definitivamente lo había visto todo. Preciosa portada por: @Mintsuny