Para Venecia Adams la vida siempre ha sido ¨casi¨ color de rosas; es bonita, inteligente, adinerada, decidida, tiene los mejores amigos prácticamente desde el jardín de niños, aunque también es obstinada, caprichosa, obsesiva con las cosas que quiere y no se conformará con un NO tan fácilmente, por todo esto se ha ganado el respeto y miedo de todos a su alrededor hasta su segundo año de preparatoria, pero está ese ¨casi¨ que le quita el sueño todas las noches. ¿Y qué es eso que no la deja dormir?. A que no lo adivinan. Pues sí, ustedes lo saben, y yo también. Un chico, pero no es un chico cualquiera y no es un enamoramiento tonto. Su objetivo en este tercer año de prepa: Ingeniar el PLAN maestro que haga que su Amorcito se dé cuenta de su existencia. (Buajajaja-Risa Malévola. Ustedes entienden ;).
Por otra parte está Dylan Brown, el buen Dylan, el calmado Dylan; casi un ángel de lo dulce, atento, estudioso y amable que es. Lo único que quiere es una vida tranquila, tal y como la ha tenido hasta el momento. Todos los días: llegar temprano a la escuela, obtener buenas notas, conversar un poco con su único amigo, ver desde lejos a la chica que le gusta sin que ella se dé cuenta, ayudar su madre y su padre con su hermano pequeño, y hacer todo lo que a ellos le haga falta. Lo ven, es perfecto. Pero eso está por cambiar, porque, ese ente paranormal y lleno de malas intenciones que vive frente a su casa se presentará en su puerta con un plan descabellado (para él) al cual le tendrá que decir: SI o SI.