Tomioka se sentía solo. demasiado. ni siquiera la compañía de otros aliviaba el vacío que sentía en su cuerpo; Tanto, que solo las nubes de lluvia parecían consolarlo, solo ellas parecían saber lo que en verdad le pasaba, lo que tenía ocultó tras su máscara fría e impacible. es por eso que cada que Giyu se sentía triste y solo, las nubes dejaban caer su lluvia, y ésta lo envolvía en un cálido abrazo para consolarlo, y lloraba por él; porque sabía que este no era capaz de hacerlo, no frente a otros, solo frente al cielo lluvioso y a su espejo, dónde cada noche veía su patético reflejo llorar cual gato abandonado por sus dueños.
en parte, si se sentía identificado con aquél gato negro que siempre veía en la calle. maullando en busca de alguien bondadoso que fuera capaz de recogerlo y adoptarlo, alguien que fuera capaz de salvarlo de su tristeza y desgracia, alguien que fuera capaz de llenar aquél vacío que tanto carcomía su pecho.
alguien que fuerza capaz de sacarlo de aquél hueco de soledad.
(los personajes no me pertenecen.)
Todos o al menos en el 99% de las personas se dejaban guiar por sus instintos todos exceptos esos 1% los cuales o no tenían o los sabían controlar muy bien.
Tanjiro era de ese 1% y no por que no tuviera simplemente sabia como controlarlos a la perfección y vagamente se dejaba guiar por estos o mas bien son realmente únicas las ocasiones donde se dejo guiar por estos y el estaba bien con eso prefería seguir la lógica que un simple presentimiento.