Todo comenzó por un accidente, y no cualquier accidente, uno en el que una persona casi queda pegada al suelo como pegatina. No creo que casi ser atropellada sea un buen comienzo. Pero así fue como empezó la historia de Aisha, una chica que se muda de Londres a Canadá para asistir a la universidad y de Athan, un jugador de Lacrosse un tanto egocéntrico.