Ambos se encontraron cuando Diana ya había pisado el Harem del emperador. Fue amor a primera vista, Claude no dejaba de pensar en aquella chica castaña de ojos verdes, su mirada inocente y aquellos labios carnosos y rosados le invitaban a tenerla. Así que sin dudar más fue a por la joven la cual había entrado como una concubina más, sin embargó aquel título no duró mucho, pues el amor que ambos se tenían lo transformó en algo más que un solo concubinato