"Polly" Jones.
22 años.
Dolor, sexo, drogas y alcohol. Son aquellos obsequios que adornan su vida cotidiana, ella considera que no sabe hacer nada bien, ni siquiera morir.
Ha perdido la cuenta de las veces que ha estado internada en el hospital aún luego de estar -oficialmente muerta-, es curioso y extraño, pero haga lo que haga, no logra perder la vida.
Algo mantiene su aliento, la obliga a aferrarse al mundo, y no la deja partir.
¿Destino? ¿Tortura?
Las respuestas parecen confusas y sencillamente borrosas, hasta que conoce a aquél ángel peligroso de alas rotas, pelirrojo, frío y duro, sensible y de corazón puro. O quizá no.
¿Cómo ayudas a alguien, si estás peor?