Crack, bum, crack. El autobús podía no ser lo más lujoso, pero Aleska lo prefería así. Y si hubiera juntado el suficiente dinero... Y si Varsovia y París no estuvieran tan cerca... Y si no tuviera un terror profundo y más que racional a los aviones... Quizás Aleska hubiera viajado a París en avión. Pero si lo hubiera hecho, nunca hubiera conocido a Théo. Un pelirrojo misterioso pseudo Príncipe Harry que no solo la ayuda a descubrir su boleto de autobús perdido, sino también que, en un viaje, vale la pena recordar tres cosas: 1. Llegar a destino sin disfrutar el viaje... es lo peor que puede pasar. 2. Mejor acompañado, que mal solo (¿o era mejor solo que mal acompañado?) 3. Y que algunas personas, son solo el viaje, no el destino. ¿Sería posible que dos desconocidos, en cuestión de horas, dejen de serlo? #ONC 2022. Empezada: 21/02/2022
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