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¿Alguna vez te has imaginado cómo sería el mundo si no existieran los prejuicios?

Durante toda su vida Anakin se ha visto obligado a lidiar con las opiniones que otros asumen acerca de él sin siquiera tomarse el tiempo de conocerlo. Se dice que es un engreído por no ser una persona muy expresiva, se cree que es alguien perezoso por mostrarse cansado la mayor parte del tiempo y, en ocasiones, también se le ha acusado de «favoritismo» por obtener siempre las mejores notas del instituto sin esforzarse en lo más mínimo.

Criado por una familia prejuiciosa, Jonas simplemente no lo soporta.

Sin embargo, ¿por qué cada vez que sus ojos lo encuentran en la multitud, le es imposible apartar la mirada? Jonas, que jamás ha sentido interés por las chicas, comienza a creer que hay algo mal consigo, pues aunque sus padres se han asegurado de decirle hasta el cansancio que: «Dios no ama a los homosexuales», Jonas no puede evitar sentir una extraña y peculiar atracción por Anakin, el chico al que juró hacer su vida miserable.