Para mi era otro invierno más, otro invierno que la pasaba levantandome a la 1 de la tarde y viendo 10 películas al día... En fin. Mis padres como siempre no estaban de acuerdo en que me quedara en casa sin hacer nada, ellos querían que buscara un trabajo, pero por más que entregaba solicitudes por todas partes por alguna razón no me contrataban. Lo que era mejor para mi. Pero llega esa llamada que tanto esperas y tanto temes.. —Buenos días— una voz medio ronca y un tanto gangosa. —con la señorita Abigail?—. —si ella habla— —mire le llamo para ver si todavía le interesa el trabajo en la nevería—, Pienso unos segundos, recuerdo la nevería en la que deje mi solicitud, con ese tipo de cabello obscuro y tez blanca ese tipo que ni siquiera me volteo a ver cuando me la recibió. —si me interesa—dejo que mis palabras salgan solas de mi boca. —Perfecto. Podría estar mañana aquí a las 5? —ahí estaré—.Cuelgo y me siento en mi cama por un momento. Recordando de nuevo a ese muchacho mal educado.