Un error nunca es un error cuando tomamos la decisión.
Quedémonos con el pasado.
Quedemos con el recuerdo y no sigamos lastimando corazones, que en vano se hacen seguir, porque mejor el amor lo dejamos en el aire, antes de que nos ahogue a los dos, porque en vez de saciarnos, queríamos más, un amor dependiente, sin inicio y con final, juegos de fuego sin pensar que sí nos llegaríamos a quemar.
Ser más del otro que uno mismo.
Tener más amor por el otro que por uno mismo.
Dudas, amores, pasiones, rencores y terceras personas.
Las personas arruinan las cosas.
Las pasiones encienden velas que ni siquiera son de cera.
Un amor espontáneo y de niños, que se llenó de fuego de dos amantes.
Nadie sabe si hoy por hoy se siguen hablando o siguen juntos, pero les relataré su pequeña gran historia, de un pequeño gran amor, que el tiempo no perdonó.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...