Normalmente, la llegada de un cumpleaños siempre traía felicidad: una tarta,regalos,felicitaciones...Pero eso no sucedía con Julieta y Pepa Madrigal,hacía tiempo que su cumpleaños había dejado de tener tanto entusiasmo. No querían ver regalos no tartas. Con una felicitación les bastaba. Pensaban que sería un cumpleaños,como siempre: aburrido. Pero se lo pasaron en grande y al final del día se toparon con una pequeña visita. El trillizo que faltaba. El que había desaparecido. Allí estaba nuevamente,con ellas. ★ Los personajes no son míos.