𝕷𝖆 𝕲𝖚𝖆𝖗𝖉𝖎𝖆

Jeffrey, un adolescente gringo promedio, era la trampa mental de un joven rubio y más alto que él.
Apodado "Izzy", el ladrón nocturno era difícil de atrapar, y de conquistar también, pero, en "La Guardia", no sólo estaba él, buscando salir de la pobreza extrema, que los obligaba a deambular en diferentes hogares católicos cada noche, con tal de poder comer y darse un baño, o lavar las pocas ropas que tenían, o que conseguían robandolé a los civiles en los parques, restaurantes y demás.
"La Guardia" era el grupo de jóvenes punks justicieros, que buscaban recuperar las vidas que tenían, que ahora eran simples y vagos recuerdos culpa del corrupto gobierno de Obama.