Cinco años después, Nate y Sam se reúnen de nuevo para asistir juntos a la boda de Catlyn. Sam ha dado un cambio completo, ahora es ella la que pone las reglas y Nate el que juega limpio. Aun así después de todos los inconvenientes que encuentran al principio, ambos intentarán desesperadamente continuar con la relación que habían dejado años atrás, pero eso no significa que no vaya a haber ningún drama, todo lo contrario.