Era un día normal en el café-libreria "Morning Coffee". Una chica de cabello castaño, tenía un delantal puesto y su gorrita de la cafetería, se encontraba en el mostrador esperando a un cliente para recibir su pedido, hoy casi no ha tenido trabajo, luego de unos minutos, la campana aviso que alguien había entrado, Camila (nuestra protagonista) se estaba preparando para recibir el pedido. -Buenos días, Bienvenido a Morning Coffee ¿Que desea ordenar?-Dijo Camila con una gran sonrisa. -Que nombre más ridículo-Dijo Pablo-. Solo dame un café oscuro para llevar por favor. -Pero que mal genio trae este-Diji Camila para sus adentros-. Okey, en un momento se lo traigo. A pesar de el mal genio de Pablo, Camila no dejo de sonreír y fue muy amable con el cliente, se dirigió a la máquina de café para preparar el café oscuro que había ordenado Pablo, lo vertió en el vaso, lo tapó, cogió unos sobre de Azúcar y le entrego el pedido a Pablo -Ten, Feliz día-Dijo Camila sin dejar de sonreír. Pablo se retiró sin decir nada. El mal genio y como la trato aquel cliente, hizo que Camila se enojara mucho, de seguro aquel café oscuro le iba a saber muy amargo, Camila solo esperaba que aquel café le pudiera alegrar el día a aquel muchacho, y que los sobres le alcanzarán para poder endulzar el café, ya que de seguro con ese humor, aquel café oscuro le iba a saber muy amargo.