A expectativa del mirar, y su sentir, expectante.
Con miedo, con lujuria y adrenalina del momento. Del impulso, de la valentía, de dejar atrás la cobardía.
Era mi inicio, o era mi fin.
Aquí empezaría nuestro romance, o sería el inicio de mi muerte suplicante,
un dulce final a fin donde yo sería el festín.
Mientras tú fueras el verdugo, aceptaría mi destino.
Por tí.
Me aventaría del precipicio.
Por tí.
Mi cabeza, perdería el juicio.
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*La historia es de mí autoría en su totalidad, no permito el plagio. Utilicen su cerebro y creen algo mejor.*All Rights Reserved