Es complicado, a veces las cosas que quieres hacer causan más miedo que el saber que vas a perder, quizás no sé vivir con incertidumbre, o tal vez soy demasiado cobarde que preferí renunciar y lanzarme a la seguridad de la infelicidad. Porque preferí estar seguro al fracaso antes que vivir segundo a segundo pensando en qué nos pasaría mañana, si ella me amaría más o me amaría menos... Preferí huir antes de que la herida se hiciera más profunda, pero me equivoqué, a esas alturas la herida ya era incurable, ella en mi corazón ya era irremplazable.