Jigoro sabe que Zenitsu no se atreve a ir a la selección final, por eso ve que es el momento de heredarle un cargo muy complicado para que madure, se trata de confiarle un demonio que nunca a matado a nadie y que desde generaciones han intentado encontrar la cura para ello. Zenitsu se asustará al principio, pero con el tiempo verá que no es tan fácil ni cuidar de un demonio, ni encontrar una cura para volverlo humano de nuevo. Pero no todo será tan malo, se dará cuenta de que los demonios pueden ser buenos. Esta historia es original mía, si queréis recrearla a vuestra manera me lo consultais eh? :3