Pueden pasar días, semanas, meses e incluso años mientras pasa la vida sobre mí y sobre los demás. A veces es difícil verse en la encrucijada de definir cuál es el camino que queremos seguir o las expectativas que lucharemos por llenar, crecer se vuelve una pesadilla constante o un sueño tan dulce como las fantasías que teníamos durante la niñez. No siempre hay punto medio, no todos tienen la libertad de elegir, no siempre hay inicios y a veces los finales son duros y caóticos.
Sin embargo, no importa el tiempo que pase o la infinidad de veces que cambie, siempre acabo volviendo una y otra vez al mismo lugar, un pequeño páramo de esperanza que es tan irreal como todos los pensamientos que llenan mi cabeza a diario, y es tonto, incluso un poco infantil. Lo que alguna vez fue una simple distracción juvenil, hoy en día es... un lugar seguro.
Un lugar seguro repleto de memorias, sueños y placeres, ocultos, pero siempre brillantes porque algo tan sencillo como la música evita que siga cayendo en el fondo.
Un pequeño baúl de cortos sobre él, ellos. JungKook y YoonGi, en todas sus formas, porque por más que siga hacia adelante, siempre serán parte de algo que se volvió grande y liberador para mí.
Eva es una niña fuera de lo común, en un pueblo fuera de lo común.
Con las desapariciones haciéndose cada vez más frecuentes, Eva tiene que lidiar con su compromiso arreglado con Theodore Uris, y las adversidades que se presentan en una preadolescente.
Porque mientras Eso atormenta a otros, Eva huye de algo que la atormenta más.
Porque en Derry, todos flotan.
-Esta es la primera historia.
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