--No me gustan las mentiras Cristel. --No te estoy mintiendo--lo mire rápidamente a los ojos, dio un paso hacia atrás y volví hablar--Y si lo fuera, a ti qué te importa. Frunció con fuerza la frente y las venas de su cuello se marcaron, el paso qué ya había dado hacia atrás lo volvió a dar hacia adelante, está vez levantó una mano y me tomo del mentón con firmeza mirando mi cara. --¡Sueltame!--intente empujarlo. no reacciono de ninguna manera, su mirada examinó mi rostro desde mi frente hasta mis labios--Me estas lastimando--murmuré mirándolo a los ojos, su cuerpo estaba un poco inclinado hacia mi y su respiración pegando en mi cara. --No te estoy lastimando, ni siquiera estoy usando fuerza. --Quiero que te alejes un poco de mi ¡Alejate! ¡Alejate!--lo empuje de nuevo.. Pero el agarre a mi mentón se puso más firme. --Basta Cristel, sólo deja de gritar y háblame con la verdad ¿Es tu novio? --¡¿Porqué quieres saberlo?! --¡Porqué si!--alargo la palabra con fuerza--¿Es tu novio? --¡No, no lo es ya te lo dije idiota! ¡Ahora sueltame! --No me insultes. --¡Sueltame!--seguí repitiendo esa misma palabra sin parar y gritando. --¡Cierra la boca!--su mano me tapo la boca, mi cabeza se pego contra la pared sin causarme dolor--No grites así eres una escandalosa, nisiquiera te estoy lastimando. Los vecinos pensaran que te están asesinando pero no es así, todo esto es un escándalo absurdo. ¡Vendrán y me meterás en más problemas! ¡Lo entiendes!--me miró fijamente esperando una respuesta, pero no podía hablar su mano me lo impedía--Voy a quitar la mano pero no quiero que grites, yo sólo te pedí una respuesta y causante todo un alboroto, si vuelves a gritar voy a responder ¿Entendiste?