Versión [Everllark] [Los Juegos del Hambre]
Dicen que el amor lo puede todo. Soporta cualquier cosa y perdona sin límites.
Yo lo amaba, y él a mí. O eso fue lo que quise creer. Se suponía que éramos felices, casi lo teníamos todo. Hasta que, de repente, todo se derrumbó. Se quebró. Tan rápido como un suspiro, y tan fácil como un cristal estrellándose contra el suelo.
Intenté olvidarlo, dejarlo atrás. Pero, parece que entre más quiero alejarme, menos puedo hacerlo. Ahora, tengo algo que me recuerda a él todos los días. Una parte de él que me mantendrá atada por siempre al dulce y tormentoso pasado que tuvimos.
Por mucho tiempo me aferré a esas palabras que solía escuchar: el amor lo puede todo. Pero ahora sé que no lo puede. Las personas no pueden hacerlo. No pueden perdonarlo todo.
Al menos, nosotros no.
IMPORTANTE: Esta historia utiliza algunos personajes de la trilogía de Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins, pero la trama y demás personajes son completamente creados por mí. Queda prohibida la copia, plagio, adaptación o reproducción total o parcial de esta obra en cualquier plataforma.
Reece sonrió, - Créeme, Chloe, la chica buena siempre se enamora del chico malo.
Chloe Armel es la chica buena.
Nunca se mete en líos, obtiene excelentes calificaciones y es amada por todos.
Entra Reece.
Salvaje, rudo, y tiene honestamente un ego que no podría ser más grande.
Él se mete en peleas, rompe cada una de las reglas y no podría importarle más sobre las consecuencias que traen.
Cuando los padres de Chloe se van para curar a niños enfermos en Camboya por dos semanas, ella es obligada a quedarse en la casa de
sus vecinos.
Escabullirse. Fiesta. Bebidas. Brownies de marihuana. Coqueteo. Romper la ley… Y paseos en carretera.
Añádele un par de flechazos del arco de Cupido, ¿y que tendremos?
Ni idea.
Solo sabemos que va a ser inolvidable.