Me quieres, te quiero

Esa mañana me desperté con el propósito de decirle lo que sentía, ya era hora de decirle lo mucho que le amaba y los mucho que necesitaba su cariño. Después de tantos años siendo amigos, me había enamorado, de aquel chico que había conocido en el instituto Marsvile.
Era rubio, alto, de ojos azules, muy musculoso. Su sonrisa era la mas bonita del mundo, incluso, mas, que las de los anuncios de Colgatte.
Y nada mas llegue al colegio, me arme de valor, le cogi de la mano y lo acerque asta mi asta que nuestros labios se tocaron y se dejaron llevar por la pasión.
Cuando acabe de besarlo se quedo callado, yo también, hasta que rompí el silencio con un "te quiero". El no contestaba.
Le pregunte: -¿Me quieres?
El contesto: -Te quiero.