Era una noche oscura y fría; el viento agitaba las ramas de los árboles; la luna parecía querer asomarse y una pequeña que no podía dormir por el miedo a la oscuridad, cada noche su única alegría era el momento en que leía un libro con su padre. Y aunque tuviera mucho sueño nunca quería cerrar los ojos. Aquella no iba a ser una noche pacífica, ¿le temes a la oscuridad? Entonces date vuelta quedaras atrapado en este sueño sin poder despertar