Hedwig ha estado con Harry desde que este entró en Hogwarts y desde ese momento, cuando el niño tomó su jaula y le puso un nombre, ella nunca lo ha abandonado, siempre estando junto a él cuando la necesita, incluso cuando se ha enojado con él, pero desde su lugar lo ha visto crecer. lo ha visto reír, llorar, gritar y madurar viéndolo casi como una cría a la cual cuidar, por eso es que disfruta de recordar la historia de aquel niño con el que algún día vivó sus mejores momentos...