Recibes una nueva pista sobre el paradero de tu hija.
¿Creerla o no? Puede ser falso.
La vida no ha vuelto a ser la misma para Harley desde aquel trágico día que por siempre vivirá en su memoria. Siguió adelante, tenía que hacerlo. Pero jamás se rindió. Nunca se olvidó de su pequeña. Aprendió a fingir de la mejor manera. Eso es todo. Ahora que tiene la oportunidad de encontrar a esta finalmente como infinitas veces ha soñado, ¿cómo no va a intentarlo? Lo arriesgará todo, incluso su propia vida porque su hija es realmente su vida.
Claro que lo que Harley no espera para nada es encontrarse con Jack en ese turbio lugar que debería de ser un pueblo fantasma. ¿Está él en el grupo de los malos? ¿Es uno de los culpables de haberle desgraciado la vida? Espera que no porque por muy bien que folle, lo matara. Le hará pagar cada lágrima que tanto ella como la menor derramaron.
Jack por su parte, se llevará una gran sorpresa al ver a Harley aparecer en el club de los diabolus corde. ¿Qué cojones hace la rubia despampanante de las navidades pasadas en ese sitio perdido de la mano de dios? La muy idiota no sabe el peligro que corre. Él no va a dejar que nada le suceda, aunque tampoco puede desmantelar su propia tapadera. Se las tendrá que arreglar para poder mantener ambas y averiguar qué diablos trae a Harley por aquí. Está cerca de pillar a esos cabrones y poder, finalmente, seguir con su vida o más bien comenzarla. Que Harley esté en medio de todo esto complica las cosas. Joder y mil veces joder. Pobre de aquel que ose tocarla y pobre de ella como le de mucho por culo. Con Jackson Brighton no se juega.