Imaginaba que escribiría la historia de un excéntrico lord inglés de la época de la regencia, tímido, introvertido, aislado no por el misterio ni por la tragedia, sino por su propia personalidad y elección de vida, casado con una mujer de apariencia y personalidad totalmente corriente con quien, poco a poco, y más tarde que temprano, saborea el amor mientras se va abriendo en su horizonte el sentido de la vida o el que ambos eligen para la suya.
Él se llamaría Simón o Pete o Anthony o, incluso, Gregory. Ella se llamaría Daphne o Kate o Penélope.
Pero mi historia de amor real, de carne y hueso, superó con creces a la de Simón y Daphne (o la de Pete y Kate o la de Gregory y Penelope), y tuvo un componente ampliamente desconocido y raramente esperado en una relación: el trastorno esquizoafectivo.
Tras ser vendida. Ophelia ha vivido un infierno durante años; Sin embargo tras ser sacada en ese infierno finalmente pudo encontrarse con su amiga, cuando pensó que las cosas no podrían ser mejor, apareció ese hombre para arrebatarle todo en solo un instante.
Nikolay es el dueño de todo Italia un hombre bestia y de corazón de piedra, tras haber pedido el amor de su vida, Pero jamás pensó que volvería a encontrar una mujer que tuviera las mismas características del amor de su vida.