Quizá, antes de todo lo sucedido, la habitación 505 no había sido más que sólo eso: un sitio vacío y carente de un sentimiento en específico. Jamás, en todos los años que había pasado en las calles, se le había ocurrido la idea de que eso pudiera cambiar a partir de un gesto tan sencillo, un hecho tan simple, puro e insignificante. Tal vez sólo se trataba del destino o quizá su deseo de aferrarse a algo que cambiara su vida... --- Advertencia, esta historia puede tener alusión a temas fuertes o bien el retrato de escenas algo incómodas. Si estás leyendo esta historia, corre bajo tu propio riesgo.