Ser Alfa es considerado por la sociedad como un boleto seguro al éxito, de un Alfa se espera la habilidad innata para liderar, resolver problemas y conquistar nuevas fronteras.
O eso se supone.
En la vida real, ni Diego ni Aaron sienten que tengan el respeto o el control del que supuestamente los alfas gozan.
Diego lucha por darle un mejor entorno de vida a su bebé, pero se ve acozado por su jefa, quien está dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de convertirlo en su jugete.
Aarón en cambio se esfuerza por hacer lo correcto y cumplir sus sueños, pero es ridiculizado y menos preciado por su familia, se encuentra al final de sus fuerzas a pesar de su juventud.
Por casualidad, ambos acaban involucrados en un turvio accidente, lo cual marca el inicio de un cambio en sus vidas.
¿Pueden aprovechar esto como algo positivo? ¿Está bien confiar tu lado más vulnerable en alguien que acabas de conocer, solo por "instinto"? ¿tiene sentido seguir peleando contra la corriente?
Ninguno de los dos lo sabe, pero lo que ocurrio entre ellos está hecho, y no se puede borrar
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..