39 parts Complete A los seis años, Harry Potter sabía muchas cosas. Podía recitar el alfabeto y contar hasta cincuenta sin ayuda. Él (en su mayoría) sabía leer y escribir. Aprendió sus colores e incluso tenía un favorito (gris). Harry sabía cómo atarse los zapatos, vestirse y asearse por la noche. Sabía cómo correr muy rápido, trepar árboles muy altos y esconderse en las sombras.
Aprendió a permanecer lo más quieto posible; reconoció la diferencia entre un esguince de tobillo y una pierna rota, y entendió que los dedos no estaban hechos para doblarse hacia atrás, o que el sonido de un chasquido significaba dolor. Sabía lo que se sentía ser quemado por la estufa, el sonido que hace un cinturón en la espalda desnuda, la sensación de un puño golpeando su estómago y su cara. Rápidamente aprendió que para silenciar sus lágrimas, y que un murmullo o un llanto lo empeorarían.
Sí, a los seis años, Harry sabía mucho, y no mucho de eso era bueno. Pero esta no es solo una historia de lo que Harry sabía, sino también una historia de lo que aprenderá y de cómo utilizará ese conocimiento.
Traducción autorizada
Autor: Matteroffact689