El mito del artista como un creador solitario es una invención del renacimiento, heredero de un contexto en el cual todo el mundo, no solo los artistas, recurrieron al encierro como alternativa a sucumbir a la peste negra. En El Horla (1887), Guy de Maupassant advierte que "...cuando permanecemos solos durante mucho tiempo, poblamos de fantasmas el vacío". Sin embargo, a la luz de la vida de muchos autores, algunos contemporáneos al propio Maupassant, la advertencia parece convertirse en una analogía de lo que supone la propia creación artística, y que al "poblar de fantamas el vacío", no estamos enloqueciendo, sino creando... Si bien es tonto afirmar que solo se puede crear en soledad, lo cierto es que no han sido pocos los que han recurrido a formas más o menos radicales de aislamiento físico y psicológico, ya fuese por voluntad propia, por razones médicas o porque la vida es un poco mierda a veces. Bueno, de eso va esto.
Nina García siempre ha soñado con volar. Después de años de esfuerzo y dedicación, logra graduarse como piloto y convertirse en primera oficial en una de las mejores aerolíneas de su país. Sin embargo, su sueño se convierte en pesadilla cuando conoce a la Capitán Alex, una mujer exigente y autoritaria que la pone a prueba desde el primer momento.
La tensión entre ellas es palpable, y su relación se vuelve cada vez más complicada. Alex ve a Nina como una piloto inexperta y demasiado joven, mientras que Nina considera a Alex una tirana que no sabe valorar el talento de sus colegas.
A medida que trabajan juntas, sus diferencias personales y profesionales se intensifican, pero también comienzan a surgir sentimientos que ninguna de las dos puede ignorar. Sin embargo, su relación está condenada desde el principio: las familias de ambas mujeres se oponen firmemente a la relación, y la política de la aerolínea prohíbe las relaciones entre colegas.
¿Podrán Nina y Alex superar sus diferencias y encontrar el amor en el cielo, o será su relación un accidente inevitable?