Aún estás tú, aún estoy yo

Tras la dolorosa pérdida que jamás había experimentado, Ava lidia con la depresión y la ansiedad que la llevan al límite. Hasta que conoce a James y sus preciosos ojos azules.
Pero su mundo se pone de cabeza al saber que el es un Henricks, y ella no puede permitirse llevar por la atracción que siente por él, porque una vez ese mismo deseo costó la vida de alguien.
Porque jamás podría confiar en un hombre, a menos de que él demostrara lo contrario.