Las cosas pasan, sin mas. Muchas veces intentamos agarrarnos a un clavo ardiendo, que nos sujeta y a la vez nos quema. El amor es intenso, pero también efímero. Cuando te rompen el corazón reconstruyes cada día un trozo, uniendo pequeñas piezas. Y cuando crees que todo vuelve a estar bien, otro martillazo te lo vuelve a romper, y te lo deja partido en trozos mas pequeños. Y así hasta que acaba convertido en polvo, ya no hay nada que romper, ni nada que dañar, simplemente porque ya esta todo roto e inconstruible. El polvo se pierde, se olvida, pero a veces se queda fijado en los pequeños detalles.