El diario de un chico y su mal día.

...luego de limpiar el barro de sus zapatillas y sacudir su pantalón y camisa, Jungkook continuó el camino hasta un callejón escondido tras un cartón viejo y húmedo sostenido entre un par de cajas y una pared, apartó el cartón lo suficiente como para poder pasar y volvió a ponerlo en su lugar. Ahí, sucio y con los brazos raspados, se permitió exhalar el aire que no sabía que estaba reteniendo y se dejó caer hasta el suelo, se abrazó las piernas y sollozó hasta que sus ojos enrojecidos ardieron y su cabeza dolió.

Eran ya las cinco y cincuenta de la tarde, empezaría a oscurecer en cualquier momento y sabía que su madre le estaría esperando tan preocupada como furiosa.

Y sabía, además, que estaría más furiosa que preocupada en cuanto le viera llegar con el nuevo uniforme destrozado que se había esforzado tanto en coser.

Asi que, decidiendo que ya había llorado suficiente por hoy, se palmeo la rodilla, apoyó una mano en el suelo y tomó un impulso para levantarse. Tardó cinco minutos, sino es que menos, en arreglarse para quedar medianamente decente y finalmente se fue hasta su hogar.

Durante el camino decidió terminar su monólogo interno que luego terminaría escribiendo en su diario antes de dormir.

"... asi que, en conclusión, hoy fue un mal día, pero al menos, un poco mejor que ayer. Eunwoo fue un poco menos brusco a comparación de otros días, quiero creer que finalmente está madurando y dejará de molestarme, pero tal vez es mi cabeza alucinando con un mundo perfecto o tal vez es que aún no puedo borrar la sensación de sus manos sobre mis mejillas y es por eso que todo parece más suave.

Querido lector, hoy fue un mal día, pero al menos Kim Taehyung ha notado mi existencia.

17 de Marzo de 2015"