En este mundo existe una fuerza tan poderosa que puede controlar el océano con solo un guiño de ojo. Realmente no tiene nombre y nadie sabe de donde viene, simplemente ha estado ahí. Nunca mostro arrugas y, con el paso del tiempo, se quedaba junto al océano y provocaba tormentas masivas que podían hundir a todo un pueblo. La gente lo llamaba monstruo y algunos lo llamaban un nuevo dios, pero el sobre todo se hacia llamar el niño del océano. Esta historia no es mía y la traduje con el consentimiento del autor