Ares Vernersen, un buzo de saturación retirado, regresa a la ciudad en la que vivió su infancia para refugiarse de la terrible depresión que desarrolló luego de un accidente que lo obligó a abandonar su carrera en el buceo industrial a los 41 años. Solo, lesionado y prácticamente a la deriva en su nueva vida como jubilado, se decide a buscar a su amiga de la infancia con la que solo había mantenido comunicación por cartas por al menos las últimas dos décadas de su vida. En su resignación como hombre retirado, y apegado a una rutina monótona de visitas al parque cercano a su nueva residencia, se encuentra con una jovencita de 18 años que, del mismo modo que él, cursa por un destino incierto. La curiosidad nace entre ambos, pequeños detalles que asaltan la vista del otro y que los conducen a entrelazar sus destinos. Lo que Ares no sabe, es que esa jovencita lo llevaría de la mano hacía una de las etapas más duras y controversiales de su vida. «Y quizás, en la sombra de mi esperanza ciega, si al fin te encuentro un día, me sentiré cobarde, al comprender, de pronto, que lo que nunca llega nos entristece menos que lo que llega tarde.» -José Ángel Buesa