- ¿Cuántos ríos has secado? - el hombre en su lecho de muerte vio su vida pasar frente a sus ojos, recordó todo lo que perdió. - ¿Qué es lo que más lamentas Murad? - la voz dulce parecida a la de una mujer preguntó. El hombre a duras penas si podía ver la figura de su madre sentada sobre su lecho a un lado suyo, podía sentir su agarre. Realmente quería sostener la mano de su madre pero estaba consciente de que todo acabaría allí y ahora. - Perdí a mis hijos por mi culpa, a mi hermana y yo no la perdoné.... - con eso en mente el hombre cerró los ojos.