Selim I dijo unas ultimas palabras que hizo temblar a todos en el palacio "Reencarnare, no dejare que mi legado sea destruido". Hurrem dio a luz a otra niña aparte de Mihrimah, una hermosa rubia nacida tres años después de Mihrimah, ambas niñas consentidos pero mas por Suleiman quien tenía preferencia por la única rubia de sus mujeres, las únicas que podían mandarlo. Los dioses griegos dejaron una profecía que el amor y la guerra se volverán a unir y ahora si su amor triunfara por encima de los demás