-Mierda Baji, si te gusto tanto sólo debes decírmelo-Bromeó Kazutora
El rubor subió rápidamente a las mejillas de Baji arrancandolo de sus pensamientos y poniéndolo nervioso. ¿Acaso Kazutora se había dado cuenta?
No merezco ser la amiga de la infancia de Kazutora, no lo fui a ver cuando estaba en el reformatorio, pero, cuando la vida te da otras oportunidades, hay que aprovecharlas...incluso si significa ser cómplice del asesino de un amigo.