El deseo de venganza de Darcy, hacia William V, se renueva cuando recibe nuevas pruebas de la culpabilidad del mismo en el atentado de su hijo, pero su decisión de aceptar la alianza que le propone el príncipe Harold para destruir a William, la toma cuando Héctor cansado de su condición intente suicidarse. Beatriz Bowes-teck, será la regente en ese momento del golpe de estado de su reino ya que su hijo está en guerra y se impactará al ver su palacio rodeado y que luego la saquen a ella y Elizabeth como prisioneras. William le ha pedido que cuide de Elizabeth, quien está embarazada y ella hará lo que sea por protegerla, hasta usar su última arma, cuando logre una audiencia con el rey Darcy en Ganah. Darcy sabe que debe destruir a las mujeres de su enemigo, pero ignora que si hace eso se destruiría a sí mismo.