Sebastián Miller tuvo una madurez temprana y pronto aprendió que el dominio y el poder es todo lo que un hombre debe tener.
Cómo amante del placer, es dueño de clubes Swinger, clubes donde disfruta el placer de los demás y el propio.
Es un hombre dominante, posesivo, controlador y poco creyente del amor y todo lo que toca le pertenece aun cuando no lo desea.
Una niña de boca sucia, mirada saltona y rostro angelical llama fuertemente su atención.
Aprovechando que se unió a su club, inicia su plan con intensiones de volverla su sumisa, pero ella no será como las demás y él luchará por tener a esa gatita de uñas afiladas.