Érase una vez un niño llamado Miguel, que nació en las altas montañas de Monterey, México. Su barrio era muy tranquilo y callado, pero el tráfico y narcos de drogas abundaban su ciudad, pero eso a él no le dio importancia, su padre y madre le incitaron a todo tipo de cosas: fumar, esnifar e incluso pincharse, él nunca lo consumió, pero lo aceptaba y lo vendía, en los estudios no le fue muy bien, le expulsaron de todos los colegios, institutos y todo tipo de estudios por casos de policía y familiares, cuando creció se ganaba la vida en eso, llego al punto de pasar fronteras lo que él no sabía es que eso lo llevaría a su final.