9 parts Ongoing Todo el mundo dice que la adolescencia es complicada. Lo que no te cuentan es que en mi caso viene con hombres lobo, asesinatos y la constante sensación de que mi hermano podría terminar convertido en un especial de "Monstruos Reales" en el canal Discovery.
La verdad es que yo no busqué esto. Fue Stiles. Sí, Mieczyslaw "ideas brillantes" Stilinski, que una noche decidió arrastrarme al bosque en busca de un cadáver. Un cadáver. Como si eso fuera lo más normal del mundo. Y claro, ese fue el inicio del fin: Scott mordido, yo atrapada en medio, y de regalo, un Alfa suelto por Beacon Hills haciendo que nuestra vida escolar pareciera un mal chiste.
A partir de ahí todo se volvió un caos: cuerpos, sangre, secretos... y el dulce recordatorio de que cualquiera de nosotros podía ser el siguiente en terminar bajo tierra. Scott tratando de controlar al monstruo dentro de él, Stiles actuando como si tuviera todas las respuestas (cuando apenas podía con su torpeza), y yo... bueno, yo sobreviviendo como siempre lo he hecho: con sarcasmo, mala leche y la honesta certeza de que estábamos jugando un juego en el que no teníamos ninguna posibilidad de ganar.
Y entre todo ese desastre, algo peor que enfrentarme a un Alfa.
Me enamoré de Stiles Stilinski.
Sí, mi mejor amigo. El mismo idiota que nunca se calla, que se desmaya con dos gotas de sangre y que probablemente acabaría matándome sin querer en una misión improvisada. Genial, ¿no? Un Alfa acechando, mi hermano convertido en licántropo y yo perdiendo la cabeza por el chico equivocado.
Porque en Beacon Hills sobrevivir no es la meta.
La verdadera pregunta es: ¿qué tanto de ti queda cuando logras salir viva?