Algunas veces creo escucharte en el susurro del viento de medianoche. Algunas veces creo sentirte en el florecer mañanero de los jazmines. Algunas otras creo verte, pero es mi corazón que me traiciona. Tuve que tener miedo de perderte para saber lo mucho que te amaba. Y tuve que amarte para saber lo mucho que podría perder.